Acaba un año singular en lo
meteorológico. Hoy hemos tenido niebla alta todo el día, con base en los 800
metros aproximadamente, algo que no ocurría desde hace meses.
Este año ha habido escasez
de niebla, por debajo de lo habitual, debido al tiempo borrascoso acaecido en octubre,
noviembre y diciembre, con precipitaciones abundantes, en Lamata: 113,5 mm, 90 mm
y 83,5 mm respectivamente, que suponen 287 mm, es decir, cerca del 50% de las
precipitaciones anuales: 643 mm. Las lluvias otoñales han
camuflado un año seco.
Diciembre ha tenido temperaturas por
encima de lo normal, con poco frío, sin casi heladas. Noviembre adquirió tintes
invernales a partir de la segunda semana, persistiendo las temperaturas bajas
hasta pasado el día 20.
Octubre tuvo dos partes bien
diferenciadas, la primera fue calurosa y seca, hasta el día 19. Después llegó
la etapa lluviosa, del 20 al 24, que acabó con la sequía crónica.
Septiembre se caracterizó por ser seco y
soleado, agudizándose la sequía. Agosto tuvo días de lluvia que atenuaron el
sequero, recogiéndose en Lamata 96 mm, sorprendentemente con muy escasa
actividad tormentosa, inusual su baja incidencia este verano.
Junio y julio fueron secos y soleados,
con días de temperaturas muy altas, superándose los 42ºC, de récord en nuestro
territorio.
Para los próximos días se espera que
siga el anticiclón: niebla y sol, según localidades. Temperaturas en
consonancia con las fechas en que nos encontramos. No se esperan precipitaciones
a corto y medio plazo.
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